El joven italiano prodigio de la informática que se ganó el apodo de «influencer de Dios», se convertirá en el primer santo millennial de la Iglesia católica.
Carlo Acusti jugador y programador informático murió de leucemia en 2006, a los 15 años, fue beatificado en octubre de 2020, les han sido reconocidos milagros y promulgados los decretos necesarios por el Prefecto para las Causas de los Santos.
Durante su vida, Acutis utilizó sus habilidades tecnológicas para difundir la fe católica, incluyendo la creación de un sitio web que documentaba lo que consideraba milagros.
Debido al trabajo de sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, Carlo nació en Londres (Reino Unido). Sin embargo, pocos meses después se mudaron a Milán (Italia).
Aunque sus padres no eran especialmente devotos, Carlo desarrolló un amor por el Rosario y la Misa desde una temprana edad. Su testimonio llevó a su madre a abrazar la fe católica.
Le encantaba practicar deportes y jugar videojuegos. Disfrutaba de cosas como Pokémon y Super Mario, y su consola favorita era una PlayStation, sin embargo, sólo se permitía jugar una hora a la semana, para formar disciplina espiritual.
Como programador, construyó un sitio web para promover los milagros eucarísticos, que puedes visitar aquí.
Cuanto más frecuentemente recibamos la Eucaristía, más nos pareceremos a Jesús, de modo que en esta tierra tendremos un anticipo del cielo”, indicaba en su página.
Carlo estaba convencido de usar los medios de comunicación y la tecnología para difundir el Evangelio.
Carlo fue diagnosticado con leucemia en la adolescencia. Ofreció su sufrimiento al Señor por el Papa y la Iglesia.
Pidió ser enterrado en Asís debido a su amor por San Francisco de Asís.
Carlo fue beatificado por el Papa Francisco el 10 de octubre de 2020 y es el primer millennial en llegar a los altares.
El último milagro atribuido a Acutis se refiere a la curación de una joven costarricense que había sufrido un traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta en Florencia, Italia, donde estudiaba. Su madre dijo que rezó por la recuperación de su hija ante la tumba de Acutis en Asís, Italia, dejando una carta.
Su historia está ligada a la curación de Matheus, un niño brasileño que padecía una rara malformación del páncreas que le creaba serias dificultades para comer. En 2013, una reliquia de Carlo Acutis fue llevada a una iglesia brasileña. Matheus la tocó y, según el relato eclesiástico, a partir de ese momento pudo alimentarse con normalidad. Los exámenes clínicos posteriores demostraron que la malformación había desaparecido.
Tras la atribución de dos milagros, el siguiente paso es que el papa Francisco convoque a una reunión de cardenales para acordar la santidad de Acutis y decidir la fecha de la canonización.
Su historia se considera útil para la Iglesia católica en su intento de conectar mejor con las generaciones más jóvenes en la era digital.
Sus amigos y familiares recuerdan a Acutis, considerado un millennial por haber nacido entre principios de los 80 y mediados de los 90, por su afición a los videojuegos, como Halo, Super Mario y Pokémon.
