El exjefe comunal admitió en el formato de juicio abreviado haber cometido los delitos y fue sentenciado a un año de prisión condicional.
El exintendente de Caucete, Julián Gil, fue condenado por el delito de encubrimiento agravado, cuya pena en el Cógigo Penal, artículo 277, oscila entre seis meses y tres años. Finalmente, la jueza, Gloria Chicón, lo declaró culpable, en el formato de juicio abreviado, al exjefe comunal en dos causas por el delito de encubrimiento y le dictó una sentencia de un año de prisión condicional.
Gil, quien dirigió el municipio de Caucete entre 2015 y 2019, había sido arrestado el pasado miércoles también en Tribunales, luego de salir de una audiencia en otra causa donde ejercía de abogado defensor. Su detención se dio por tener la sospecha que Gil le había entregado dinero a una víctima de abuso sexual para que modificara su declaración inicial, y así favorecer a un defendido suyo. Por eso, el fiscal, Francisco Micheltorena, afirmó en la previa que iba a pedir que Gil, siguiera tras las rejas durante la investigación, debido a que era un agravante la causa donde Gil tuvo esa acción indebida, y porque tenía conocimiento que era un accionar que realizó en otra causa, algo que reconoció el propio acusado esta jornada. Por esto, Fiscalía entendía que las penas habituales se iban al doble: es decir, entre uno y seis años. Finalmente, la magistrada dictó sentencia del mínimo, un año, y Gil se retiró por sus propios medios.
Mientras que, al inicio de la audiencia, todavía sin el acusado dentro de la sala, el abogado defensor, Mario Morán, pidió que se retiraran a los medios de comunicación de la sala para así preservar la «integridad moral» de su defendido. Chicón aceptó esta solicitud y por eso la audiencia pública, justamente, no contó con presencia periodística.
