El espacio ofrecerá un marco institucional para que las diferentes religiones puedan ejercer la asistencia espiritual en el proceso de rehabilitación e inclusión social de las personas privadas de la libertad.
El Servicio Penitenciario Provincial formalizó la creación de la Oficina de Culto, con el objetivo de ofrecer y promover la asistencia espiritual a las personas privadas de la libertad, así como al personal penitenciario. Esta iniciativa busca contribuir a su desarrollo humano e integral, garantizando que la asistencia espiritual siempre sea voluntaria y respete la libertad de creencias.
La Oficina de Culto estará a cargo de un coordinador y su equipo, quienes se encargarán de la organización y el funcionamiento de todas las actividades religiosas en el ámbito penitenciario. Estas incluirán prácticas católicas, evangélicas, judías, musulmanas, entre otras religiones registradas en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
La medida busca formalizar y dar orden a una tarea que siempre estuvo presente en la historia de la Institución, consolidando así el derecho a la asistencia espiritual para quienes lo deseen.
Durante el acto de creación de la oficina, la Defensora General de la Provincia de San Juan, Mónica Sefair, destacó su experiencia personal y espiritual: “Siempre estuve cercana y ligada a la familia católica profesante y transité por algunas instituciones, iglesias y capillas; pero en mi función de Defensora Oficial y, tras una visita al Servicio Penitenciario en un Vía Crucis, pude conocer a Jesús y verlo cara a cara”. «Lo que quiero dejarles en esta mañana es que realmente acompañen a las personas privadas de libertad para que conozcan y estén en presencia de Jesús, eso les hará más llevadera su condena y ayudará a modificar su vida”, auguró.
El director del Servicio Penitenciario Provincial, Enrique Delgado, señalo “la importancia de institucionalizar esta área para garantizar la libertad de culto de manera ordenada: “Este paso significa dar cumplimiento a la normativa vigente, es decir, la libertad religiosa, la libertad de conciencia y la libertad de culto; eso es algo que se venía haciendo, pero no de esta forma organizada”.
El Obispo Monseñor Gustavo Larrazábal también expresó su satisfacción con la iniciativa, destacando el aspecto ecuménico de la nueva oficina: “Para nosotros la creación de esta Oficina, sobre todo en este aspecto ecuménico que tiene a las personas contenidas por los distintos credos religiosos, es muy importante”. Durante el acto, José Luis Morán, quien fuera privado de libertad, compartió su experiencia con la pastoral carcelaria: “Por un error de la vida que cometí, estuve privado de libertad 5 años. Desde diciembre estoy gozando de libertad condicional y me queda un tiempo para cumplir condena