Franco Ovelar, un mendocino de Malargüe, logró alcanzar una profundidad de 1202 metros con una UDR 200.
Franco Ovelar, un joven perforista de 34 años oriundo de la localidad mendocina de Malargüe, logró un hito histórico en la minería argentina al alcanzar una profundidad de 1202 metros con una máquina UDR 200 en la mina Josearía, situada en Iglesia, en San Juan. Este logro, que marca un récord sin precedentes, es el resultado de años de experiencia y dedicación en el sector minero.
Ovelar inició su carrera como perforista a los 18 años, influenciado por su tío, quien ya trabajaba en esta profesión. Desde hace un año, se desempeña en la empresa Eco Minera, llevando a cabo su labor en la mina Josemaría.
La tarea de un perforista implica no solo la operación y supervisión de las actividades en las plataformas de trabajo, sino también el manejo, mantenimiento y cuidado de los equipos de perforación, siguiendo procedimientos internos estrictos. Según contó, manipular la máquina perforadora es un desafío constante, ya que las condiciones del terreno pueden variar drásticamente. “Se puede poner difícil si es fracturado o compacto, tenés que pasar fallas de arcilla donde la herramienta puede quedar atrapada si no vas acondicionando bien el pozo con los aditivos; hay perforadoras que son más nuevas de fábrica y llegan mucho más lejos; con la que logramos el récord es una máquina más vieja”, dijo el perforista.
El trabajo en las minas se realiza ininterrumpidamente durante las 24 horas del día, dividido en dos turnos de 12 horas. El equipo de perforistas extrae testigos de tres metros, que son analizados por el personal de geología para identificar los minerales presentes. “Se perforan distintas etapas de vetas, según la profundidad de los metros que se realizan y, dependiendo el terreno, te encontrás con algunos fracturados arcillosos que se trabajan con agua y aditivos”, detalló Ovelar.
Sobre el récord, Franco confesó: “Es algo grande, ya que siempre soñé con ser un gran perforista, sé que algún día pasaré ese récord con otra máquina, he operado distintas perforadoras en mi vida y siempre me fue bien, es una experiencia única, un desafío conmigo mismo; esto es un récord en conjunto con mi contraturno y ayudantes, somos todos un equipo que cada día nos esforzamos más para dar lo mejor”, concluyó sobre la dedicación colectiva detrás de este éxito.
Fuente: Con información de Los Andes