El Verdinegro empató sin goles ante el Lobo durante los 90 y la tanda de los penales fue la que terminó de definir el cheque de la Copa Argentina.
Después de que asumiera Romagnoli, el primer compromiso era este. Y si bien el esquema se está aceitando -de acuerdo al que proponía Antuña-, costó que la máquina funcionara. Se generaron pocas situaciones de gol, los pases no fueron a destino y en la única más clara, el juez anuló todo por supuesto offside de Toloza, que cabeceó muy bien y lejos del arquero para anotar. Sin embargo, no fue.
La tanda de los penales es una ruleta y después de la charla del ‘Pipi’, el que tomó el discurso fue Diego González, el hermano del Pulpito, que también incentivó al plantel con su experiencia. San Martín metió con Anselmo, Iacobellis y Federico González; el Lobo no pudo con sus primeros tres soldados. Borgogno le puso 1,87 metros de altura al arco del Alberdi, mucha cabeza y un corazón enorme para volver a llevarse la gloria de ese estadio donde tres meses atrás se coronaron con el ascenso a Primera. Inmenso. Se viene Racing por los 16avos, pero este respiro sirve para confiar.
Fuente: Tiempo de San Juan